Que triste debe ser volverse prescindible ¿Qué pasaría si un día digo que yo soy una mentira? Si digo que mi mundo se basa en falacias, en falsas analogías, en envenenamientos de pozos, en ataques indirectos… Mentir no es una necesidad, es una facultad… La vida no es justa, una pena la verdad. No me aburro de coleccionar soledades, soy una caprichosa, caprichitos que me hacen temblar entera, pero no de nervios, ni de pena, sino de rabia. Me carga fallarme, no cumplir con lo que me propongo ¿Por qué? ¿Por qué?, no lo sé, de obstinada no más, aparte ¿Por qué todo debe tener un porque? Tonto, tonto, súper tonto. Ya no veo rostros, ni sentimientos, ni nada a mí alrededor, sólo el vacío dibujándose con tono mas cargado… Siempre me pasa lo mismo, cuando logro querer a una persona comienzo a depender de ella y cuando mas la necesito se desaparece de la faz de la tierra. Aaaaarggh! Bueh, al menos es divertido… recuperé algo de mi bastarda inspiración lírica… Y por favor, no me vengan con los benditos discursos de “te lo dije” o prejuicios de mierda que me hartan… me sorprende que a veces la gente se olvide de su pasado… Como sea, nothing is gonna change my World ♫