Comprenden ~

2/6/13

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No sé si llamarlo amor, enamoramiento, capricho, querer. Ni siquiera sé si designarlo sea lo más adecuado, terminaría encasillándolo.
No lo siento siempre, por temporadas lo "olvido", pero cuando lo siento es como una patada en la cara, y no, no me esforzaré en buscar una figura lírica más estética, porque es así como lo siento: violento, doloroso, fugaz, intenso.
A veces quisiera no quererlo, por la imposibilidad tan obvia de que jamás va a corresponderme, ni ser algo más que un beso fugaz robado en el contexto que recordamos, una ida al teatro fracasada, un encuentro en el aeropuerto, un par de abrazos, un desayuno juntos, una ida a dejar en bicicleta al metro, una invitación a comer empanadas no aceptada, una foto jamás enviada y una semilla no regalada.
No quiero quererlo por la imposibilidad tan obvia de no correspondencia, pero luego me pregunto ¿qué más podría darle ese picor a mi vida? Es la única imposibilidad que perdura, lo único que quiero y no tengo (ni puedo tener) ¿cómo darme el lujo entonces de no quererlo?.
Es la representación lógica de los límites.

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De repente se asoman ~