Supe reír entre ventiscas de musas imaginarias que nunca miraron a la cara
Supe llorar entre maremotos de niños felices colgados de mis chalupas
Supe avanzar en espiral entre planos de damero desubicados
Supe abrir las ventanas por fuera y mirar desde dentro
Supe abrir sendas a punta de patadas imaginarias
Supe sembrar, regar, germinar y cosechar sin conciencia
Y hoy los disfruto con pleno amor y admiración.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario