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No, lo lamento, no me quiero ir. Esto es algo que lo tengo decidido hace dos años y las posibilidades que me presentas ahora ya las sopesé en ese entonces llegando a la misma conclusión que defiendo ahora: mis ideales están creados para este país, para ser realizados aquí en primera instancia. Razón tienes al decir que la verdadera sociología no está en un conjunto de teorías, sino en diversas comunidades de América latina y que solo recorriéndolas se pueden comenzar a solucionar las cosas. Cierto es, pero primero se parte por casa, ¿no? No puedo pretender ir a otro país a aprender lo que este me puede enseñar de la misma manera. No es de cerrada de mente, es de consecuente conmigo misma. Si me fuera ahora no sería por mi, porque lo que yo quiero se encuentra aquí, con nuestros pequeños burgueses, con nuestra política incompetente, con nuestra farándula de mierda, con nuestros quiltros pasados a choreza, con nuestro perraje que vive debajo de la frontera natural llamada Plaza Italia, con nuestras micros pasadas a desilusión, con nuestras calles atestadas de estrés, con nuestra idiosincrasia que nos identifica en casa partido de fútbol, en cada 18 de septiembre… y es lo nuestro lo que quiero reconocer primero. No quiero irme por excusas y terminar de convencerme allá de la decisión que tomo acá, por el simple hecho de que me cargan las excusas y ya me terminé de convencer aquí. Lo lamento, ya sé para donde va mi micro y el trayecto no cambiará hasta que agote todas mis posibilidades tangibles, lo mío recién comienza. No nos podemos comparar, por eso no me opongo, muy por el contrario me muestro dichosa, de que te decidas por ir a buscar tus posibilidades allá, porque probablemente ya las hayas agotado todas acá.-