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Recién, recién, recién, siendo las 2.49 am de un día sábado que comienza, con música de ritmo contagioso que viene de algún lugar cercano como fondo, tratando de digerir el día de hoy, ayer, antes de ayer, qué se yo, solo tratando de digerir, ha sido todo muy rápido e intenso, y recién ahora, releyendo con otras gafas, con otra postura, desde otra perspectiva, vengo a entenderlo todo... y me da pena, y rabia por no haberlo notado antes, y más pena por el hecho simple y vago de no saber qué hacer no sé donde voy, solo sé que aquí no puedo estar. AQUÍ NO PUEDO ESTAR, en ésta inacción, sentada donde estoy, tirá sin moverme, sin hacer ni sentir nada, me estanqué por comodidad, no puedo salir por nefastidad (si, acabo de inventar la palabra)
quiero y temo, quiero y bah, aquí me quedo, con dudas imposibles de consultar, con sueños repulsivos imposibles de evadir, con inseguridades impropias, con pena, rabia y un menjunje mental de aquellos.
hoy temo.