Cuando ya no les quede nada
Se encomendarán a ese
Su dios sin rostro
Con su fe nacida de la desesperación
Llevando pesadas cruces sobre su pecho
Tratando de alivianar su penitente alma
Temiéndole a un libro que bien podría ser ficticio
Confesando sus pesares
A rejillas sin conciencia
Cuando necesiten consuelo
Entrarán en esas frías paredes de mármol
De la misma manera
Que han entrado tantos antes
Se sentarán es esas bancas
Aún tibias por el fulgor de lo creado
Y escucharán esas palabras repetidas
Fervientes, odiosas a oídos escépticos
Seguirán las instrucciones de aquel
Que conocen hace 5 minutos
Y ya cree haber descubierto el alma de cada uno
Con esas manoseadas frases cliché
Con esa pasión propia de actor
Actor de esta escena macabra
Donde se atreve a jugar con lo mío
Con el dolor y la sensibilidad de los míos
Me hace mirar a una virgen
Rodeada de querubines
Donde uno me mira a mí
Con ojos suplicantes
Y lloro porque lo comprendo
A mi manera, claramente
Ya no quiero seguir ahí
Canta y le siguen
Ora y se arrodillan
Lloramos y pasan sacándonos sonoras monedas
Luego de estrujarnos
Nos despiden afectuosamente
Me tiende su “sacra” mano
Con cierta displicencia
Yo no se la cojo
No quiero ser participe de esto
¿Mal educada?
¿Mal encaminada?
¿Casi demoníaca?
No… seudo consecuente
O simplemente llevada a mí idea
No quiero tocarlo
Me da como asco
Rabia
Ira
Dolor
Impotencia
Mucha impotencia
Cuando lo tengan todo
Seguirán con su vida
Tal como ha ido hasta entonces
La vivirán alegres
Y se olvidarán de ese, su dios sin rostro
De los agradecimientos
Y los sacrificios que se deben otorgar
De las liturgias y las sonoras monedas
El tiempo se debe invertir en la alegría
Y la economía en sustentarla
Somos seres condicionados
Condicionados por el dolor
Y la poca esperanza.
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Es que en verdad me dio mucha rabia que jugarán con nuestros sentimientos en un día tan sensible como ese con recuerdos tan poderosos como los de ella.-
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