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Hace tiempo que no clareaba tan temprano. Hace tiempo que no se despertaba con el alba. Hace tiempo no se sentía tan satisfecha al abrir los ojos. Hace tiempo no sentía el clima tan agradable. Hace tiempo no sonreía por sus pensamientos oblicuos que aparecían al despertar. Lo único que la incomodó un poco fue sentir el vacío más penetrante que nunca y la oscuridad más densa de lo normal. Tal vez era de noche y la luna le había jugado una mala pasada, pero ¿quién dice cuando empieza la noche y cuando empieza el día?

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Uff, pura felicidad después de una prueba de inglés.-