Comprenden ~

21/1/09

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Cae la noche, un silencio abrasador que se cuela por entre su mirada. No tiene idea de la hora, tampoco lo precisa para dicho oficio. Un impulso de ansiedad le carcome sus adentros, su aliento se evapora con el frío. ¡Diablos que hace frío esta noche! Pero no necesita calor externo, este se lo da la adrenalina que sube a borbotones hacía su sesera. ¿Puedes creerlo mujer? ¿Te estás dando cuenta de hasta dónde has llegado?, es más, ¿te has dado cuenta hasta dónde piensas llegar? Me impresiona esa determinación que te ha brotado de la nada, como sacada de algún libro de suspense ficticio. Meneó la cabeza arrastrando su abundante cabellera sobre si, como para espantar cualquier pensamiento innecesario. Tiene la mirada fija en su objetivo. Qué cómico que lo llames así ahora, mujer. ¿Cómo lo llamabas hace un tiempo? ¿Amor? ¿Vida? ¿Sueño? Ahora pasaba a ser solo un “objetivo”, comiquísimo la verdad. Desenfunda sus prismáticos, quiere ver exactamente dónde estaba todo, una cosa, por mínima que fuera, que no estuviera en su lugar arruinaría todo lo que había planeado durante meses. Gracias a algo todo estaba donde debía estar, tal cual lo había dejado hace 7 meses y 1 día (parece condena). Se pregunta si de 9 mm sería suficiente, si una de largo alcance sería lo ideal. Como fuera mujer, ya lo tienes todo hecho, bueno, casi todo, ¿no?, que podría salir mal esta vez, están todas las cartas a tu favor, TODAS. Prende un disfuncional cigarrillo, le echa dos caladas y lo apaga, no desea fumar, no quiere despertar sospechas, hoy, como nunca, quiere pasar desapercibida. Le tiembla un poco la mano, y su diafragma hace movimientos espasmódicos, con el rabillo del ojo captura cualquier movimiento ajeno a su plan. Ya, piensa que ya es hora, separa sus labios, no se percata que el inferior le tiembla ligeramente, su aliento tibio se condensa con el frío aire, se acomoda en su posición y cuenta. Espera, mujer, espera… ¿cómo me dijiste que te llamabas?. Mi nombre es Venganza.-
Venganza.-

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De repente se asoman ~