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¿Qué es esto que me ha comenzado a hacer “pum-pum” aquí en el centro izquierdo de mi tórax? Abrasa de una manera sutil, pero totalmente perceptible. Quisiera eliminar la palabra capricho de mi léxico diario, quisiera dejar de ver a las personas como posibilidades u objetivos. Quisiera detener el tiempo y con él mi afán calculador. Quisiera… quisiera entregarme a las oportunidades sin miramientos, pero son cosas que se sienten, tal vez sean los años que le quitan intensidad a las sensaciones. Antes me tomaba la mano y pasaba el día entero aspirando su olor retenido entre mis dedos, ahora ni siquiera reparo en que me la ha cogido. A lo mejor por eso dicen que el primer amor nunca se olvida, la novedad y el furor de las emociones marcan para toda la vida. Ya no poseo esa fidelidad de pensamiento y corazón, ahora este hace pum-pum por varias personas y aun no puedo definir por cual es más fuerte. Mis hormonas se han dormido. Ya no se agitan para dejarme embelesada toda una semana, todo un mes… aunque sea un micro momento. Solo tengo el vago recuerdo de lo que pasó, lo que pudo y no fue y lo que nunca será. Y no sé para qué ando con cuestiones, si mi corazoncito quiere latir solo para ti, pero como lo tienes en la incertidumbre no sabe qué decidir. Te quiero, ¿tú a mí? ¡Ups! Ya no hace más pum-pum, creo que se averió.