Comprenden ~

5/12/08

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Jugueteaba de un lado a otro, inagotable, fresca. Envidiaba su energía, poseía un pelo largo y lacio, reluciente de liendres al sol. Tenía una familia, pero la familia no la tenía a ella, casos unilaterales comunes. Vivía hacinada con 17 bribonzuelas más en una casona que bien podría haber sido un conventillo, con un mundo idóneo prefabricado a base de papel mantequilla. No me molesté en preguntarle circunstancias ni vivencias pasadas, no lo encontré pertinente, de hecho en cierto punto de toda mi estadía terminé detestándola un poco, pero fue solo momentáneo, pues me sentí estúpida al no entender su realidad y compararla pobremente con la mía. Desde entonces me siento agradecida y viva.

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De repente se asoman ~