Comprenden ~

1/12/08

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Llamé a Desganada temprano en la mañana, los ruidos imaginarios no me dejaron continuar mi sueño así que me dediqué a la productividad de cartón, me dijo que no me tendría los papeles lo cual me hace enfurecer de una manera inofensiva, pues la verdad tampoco los quería para hoy. A veces desconozco hasta a mi propia cama, sobre todo cuando esta misma no se asemeja a una…, debería dejar de quedarme dormido en la bañera, debería dejar de dormir con la mente cerrada la verdad. Si con solo mirar bastara no serían las cosas más fáciles, solo más aburridas… Ninfa es la única que asiente, con su peludo estómago al sol cualquiera lo haría por costumbre. Mi rostro luce dulcemente demacrado, lleno de líneas producidas por fantasías releídas de libros ajenos, y otras por goces externos. Suena el teléfono y en un holgado suspiro lo contesto, es la suave voz de la mujerzuela de presto líder que majaderamente pide hablar conmigo, es una porfiada que no entiende que ahora no estoy, mucho menos para ella. Tal vez con unos cuantos grados de alcohol en la sangre, la escenografía perfecta y un poco de látex las cosas cambien. Me empaquetaré como cual galletita que se vende compulsivamente en las más grandes cadenas de supermercados. Una vez listo tomo mi auto que es mi patético orgullo y salgo a deambular por las calles de la apabullada ciudad, ¿me debería sorprender el hecho de que la ampolleta natural no se haya encendido aun? Para nada, ya es costumbre, trabajo vespertinamente en un horario poco acostumbrado, entro a las 15 AM y no salgo hasta que se me da la gana. Llegó a ese que es mi barrio color rojo y entro por la puerta de hilachitas, dentro está Desganada, esperándome en la misma posición de siempre y etiquetando sabrá Dios qué. -hola cariño!- siempre la saludo de igual manera, sino se siente. -hola…- su tono es amargo, pero yo sé que ella aun no sabe que me ama con locura, yo si lo sé y solo espero el momento.- hay dos dentro- -dos!..., te dije que hoy no quería recibir clientes- -ya no es mi problema- -pero…- - sin peros, ya conocer las reglas- Debo estrenar mi sutier de leopardo, así que me adentro a la cabina en mi mejor tenida de piel con las dos clientes, y de afuera Desganada no se molesta en mirar siquiera, supiera que es mi única motivación para trabajar. Al cabo de un correr de reloj yo ya no soy yo y el dinero es secundario, debería tomarme un año sabático y comprarme una cama de verdad.

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De repente se asoman ~