Me dolió, pensé por mucho tiempo que ya era tema resuelto, “aclarado”, superado y olvidado… pero escuchar de labios ajenos esas palabras, y ver que mis temores se concretaban en cada sílaba que articulaba me golpeó de sobremanera, no estaba prevenida… repito, me dolió, y mucho mas de lo que juré me dolería. En esta época me da por caminar cabizbaja, chapotear en las pozas de agua y ver como mi reflejo se desvanece de ellas, me gusta mirar a cierta gente a los ojos y competir por quien aparta la vista primero, por lo general gano… claro que siempre hay una excepción… Me da también por mirar al vacío por largo rato, por ensimismarme y olvidar al resto que me rodea, por sentir mi respiración queda y estable, por escuchar mis pensamientos, o simplemente por desligarme del mundo, aunque sea por un segundo. Me creo autosuficiente, y que el frío, como el dolor, son cosas sicológicas. Veo como el sol se esconde en las tardes heladas, y admiro las diferentes tonalidades que adopta el cielo… En esta época siempre desvirtúo todo lo que digo, pienso, escribo, me aparto demasiado del tema que deseo tocar…, como lo hago en este preciso instante.